El poder y vigencia del jazz radica en su capacidad extraordinaria de mutar, de adaptarse a los nuevos tiempos; a su flexibilidad y apertura mental. Su origen multicultural le ha permitido traspasar fronteras e insertarse ensonidos locales con naturalidad, sin violentar, sin desnaturalizar e irrespetar las identidades.
Músicos indios y argentinos, africanos y colombianos; músicos venidos de los más inesperados rincones del planeta, han entendido que el jazz es, como pocos, un lenguaje musical contemporáneo capaz de reunir en una misma mesa, a conversar armónica y naturalmente, a quienes ven en el arte la posibilidad utópica de ser uno solo, de pertenecer a todas partes. Más allá de las manipulaciones mediáticas de la worldmusic, el jazz.
Por eso, toparse de frente con, por ejemplo, La Piragua, original de José Barros, y contenida en Entre Líneas, la más reciente placa editada por el Byron Sánchez Cuarteto, es un suceso que no deja indiferente, que no pasa desapercibido. Más que un homenaje, una variación o una adaptación libre de ese clásico del folclor nacional, lo creado por este ensamble antioqueño es unaforma inteligente e ingeniosa de darle una vida nueva a ese hito de la cumbia. “Rearmonización” con base en su original línea melódica, lo llaman ellos. Pero hay mucho más que La Piragua. Hay cinco cortes adicionales que exploran los límites tradicionales de la batería de Nicolás Guevara, el contrabajo de Felipe Gómez o el saxo de Lucas Tobón, jóvenes y prematuros virtuosos que se enfrentaron a la grabación en vivo de todos los instrumentos… como en los viejos tiempos, sin post-producciones para maquillar imperfecciones.
Cruzado transversalmente por veladas y sutiles y referencias a John Coltrane, Miles Davis y Charlie Parker, Entre Líneas no es una sorpresa para quienes hemos seguido de cerca la carrera de Sánchez. Fogueado al lado de grandes músicos holandeses y norteamericanos, este guitarrista es un terco y apasionado comprometido con las búsquedas, con la experimentación, con la idea de no quedarse estacionado en esa peligrosa zona de confort.
Entre Líneas es un disco para el experto, pero también para quien está a la caza de sensaciones sonoras nuevas; un disco para llevarlo a cualquier lugar del mundo y sentirse orgulloso porque, finalmente, entendimos que el tercermundismo es solo un estado de la mente.
Artículo publicado originalmente en El Colombiano